Route De Narbonne Plage, 11100 Narbonne
El Château L'Hospitalet, anclado en un dominio de 1000 hectáreas en medio de viñedos y garriga, es una invitación a la relajación y al descubrimiento del terroir languedociano. Este lugar, a la vez tranquilo y refinado, ofrece una experiencia única donde el arte de vivir mediterráneo se expresa en todo su esplendor. El dominio, que forma parte de las propiedades de Gérard Bertrand desde 2002, ha sabido conservar el alma histórica de este antiguo hospicio al tiempo que añade un toque contemporáneo, elegante y respetuoso con la naturaleza circundante. Rodeado de paisajes variados, desde viñedos hasta bosques de pinos y extensiones mediterráneas, este establecimiento encarna el equilibrio perfecto entre el lujo discreto y la inmersión en la naturaleza.
Las 41 habitaciones y suites, distribuidas entre el Château L'Hospitalet y la Villa Soleilla, ofrecen cada una un espacio de serenidad y confort. Las suites, espaciosas y bañadas de luz natural, se abren a vistas impresionantes, ya sean los viñedos o los jardines sombreados. Con materiales nobles y una decoración sobria, estos espacios le permiten disfrutar plenamente de un entorno propicio para la relajación. Cada detalle está pensado para su comodidad: desde la ropa de cama de satén de algodón hasta los productos de bienvenida eco-certificados, pasando por los equipos modernos como la máquina de café Nespresso y la pantalla LCD.
Una de las especificidades de este hotel es su rica oferta gastronómica. El restaurante "L'Art de Vivre" ofrece una cocina que celebra los productos locales, sublimados por el chef Laurent Chabert. Los platos, a la vez coloridos y refinados, se armonizan con los grandes vinos producidos en el lugar. Para una experiencia más acogedora, el restaurante "Chez Paule" le recibe con una cocina de terroir donde las parrilladas y los asados a la leña son los protagonistas. El espectáculo del show cooking, acompañado de los aromas de las maderas de vid, añade un toque auténtico y cálido a la comida.
El dominio vitícola de Château L'Hospitalet es un actor principal del enoturismo en la región, ofreciendo a sus visitantes numerosas oportunidades de descubrir los vinos del Languedoc. Las visitas guiadas por el viñedo y las bodegas permiten sumergirse en la historia y el saber hacer local. Para los amantes del vino, se puede organizar una masterclass para explorar las sutilezas de los terruños circundantes y llevarse una selección de vinos excepcionales. Entre las experiencias más apreciadas se encuentra la degustación del Clos du Temple, un rosado excepcional que ha sido reconocido como uno de los mejores del mundo.
Las actividades de relajación y bienestar tampoco faltan. El Spa Soleilla, ubicado en un entorno encantador con vistas a los viñedos, es un remanso de paz donde le esperan tratamientos regeneradores. Ya sea para un masaje o un tratamiento facial, cada sesión está personalizada en función de sus necesidades. El yoga, practicado en este entorno idílico, refuerza aún más esta sensación de serenidad absoluta. Paralelamente, la piscina climatizada, renovada en 2018, le ofrece una vista despejada sobre el macizo de la Clape, ideal para momentos de descanso o unas brazadas relajantes bajo el sol del sur.
Más allá de su oferta hotelera, el Château L'Hospitalet es también un lugar de encuentro para los amantes del arte y la música. Cada año, el festival "Jazz à l’Hospitalet" atrae a numerosos visitantes para noches inolvidables bajo las estrellas. Este festival, convertido en una referencia en el mundo del jazz, mezcla con maestría la cultura, la música y el arte de vivir mediterráneo. A lo largo del año, otros eventos marcan la vida del dominio, como las cenas con concierto o las exposiciones artísticas.
Para prolongar su experiencia, encontrará a pocos minutos en coche l’Hospitalet Beach. Este club de playa, situado en Narbonne-Plage, le invita a momentos de relajación con los pies en la arena. Con sus tumbonas y camas con dosel, su bar de cócteles y su restaurante, l’Hospitalet Beach combina convivencia y elegancia en un entorno natural. Es un lugar apreciado para disfrutar de un almuerzo mediterráneo frente al mar o simplemente contemplar la puesta de sol con una copa de vino en la mano.
Para quienes desean explorar los alrededores, Narbona es una ciudad rica en historia y cultura. Comience su visita por la catedral de San Justo y San Pastor, un monumento impresionante de estilo gótico, cuya altura de las bóvedas rivaliza con la de las mayores catedrales de Francia. Continúe su paseo deambulando por las calles del centro histórico, donde podrá descubrir Les Halles de Narbonne, un mercado cubierto de estilo Baltard, donde se mezclan sabores y colores locales. No deje de probar los productos regionales, especialmente las especialidades a base de aceitunas y quesos.
Los amantes del vino estarán encantados de visitar el Museo de la Viña y el Vino, situado cerca del dominio. Este museo retraza la historia del viñedo languedociano y pone en relieve los métodos de vinificación ancestrales. Para una pausa gourmet, varios restaurantes destacan en Narbona, como "En Face", reputado por sus platos tradicionales revisados, o "L'Écailler", ideal para disfrutar de productos de mar recién pescados.
Para los amantes de la naturaleza, el macizo de la Clape, que rodea el dominio, ofrece numerosas posibilidades de senderismo. Ya sea que elija bordear los acantilados o aventurarse en el corazón de la garriga, cada sendero le revelará panoramas impresionantes sobre el Mediterráneo. También tendrá la ocasión de cruzarse con algunos de los viñedos en terrazas que hacen la fama de la región.
El Château L'Hospitalet, por su entorno natural excepcional, su oferta enológica y gastronómica, así como sus numerosas actividades culturales, promete una inmersión total en el arte de vivir del sur de Francia.
Aquí está la versión adaptada con los consejos y opiniones reformuladas:
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