Ancien chemin de Fontfroide Jonquier, 11100 Narbonne
El Château de Jonquières, que domina la pintoresca región de Narbona, ofrece una experiencia auténtica a quienes buscan tranquilidad y encanto mediterráneo. Ubicado en medio de la garriga, esta finca histórica invita a sus visitantes a descubrir un entorno natural donde el patrimonio se mezcla con la modernidad. Desde su llegada, la atmósfera serena y la elegancia del lugar no dejarán de cautivarlo. La finca, en plena naturaleza, ofrece una variedad de alojamientos, desde habitaciones de huéspedes hasta casas rurales con carácter, adaptados a diversas configuraciones, ya sea para una pareja en busca de calma o un grupo que desea celebrar un evento especial.
Las habitaciones, todas situadas en el primer piso del castillo, son espaciosas y cuidadosamente decoradas en un estilo mediterráneo. Cada habitación ofrece una vista impresionante de los viñedos circundantes y la garriga, permitiendo despertar en un entorno natural y tranquilo. El aire acondicionado, la conexión Wi-Fi gratuita y un baño privado con bañera y artículos de aseo agregan un confort moderno al encanto histórico del lugar. También le esperan comodidades prácticas como una televisión de pantalla plana, una bandeja de cortesía con hervidor y artículos de aseo, para una estancia agradable y funcional.
Si opta por una estancia más independiente, las casas rurales situadas en las dependencias de la finca son ideales. Las dos casas rurales para dos personas son perfectas para una estancia íntima, mientras que la casa rural más espaciosa, con capacidad para diez personas, es ideal para vacaciones en grupo o celebraciones familiares. Las casas rurales están amuebladas en un estilo auténtico, con todas las comodidades modernas y amplias áreas de estar. Su proximidad a los paisajes naturales del macizo de Fontfroide las convierte en un punto de partida ideal para senderismo o paseos en bicicleta, permitiendo descubrir la belleza preservada de la región.
La finca se extiende sobre 400 hectáreas, ofreciendo una gran diversidad de espacios para relajarse o aventurarse. Los senderos que serpentean desde el macizo de Fontfroide hasta el estanque de Bages son una invitación a descubrir la fauna local y los paisajes típicos del sur de Francia. A pocos pasos del castillo, una gran piscina exterior le espera para momentos de relax bajo el sol mediterráneo. Para los más deportistas, la pista de tenis, adyacente a la piscina, ofrece la oportunidad de ejercitarse en un entorno verde. Las raquetas y pelotas están a disposición, agregando un toque de convivialidad a su estancia.
El Château de Jonquières también es una dirección popular para eventos privados o profesionales. Bodas, seminarios y otras recepciones pueden organizarse aquí en un entorno excepcional. Las dos grandes salas de recepción, con capacidades de 120 m² y 75 m², pueden privatizarse para satisfacer las necesidades de diversas ocasiones. La terraza, con vistas a la garriga y los viñedos, constituye un espacio privilegiado para vinos de honor o cócteles al aire libre. La posibilidad de instalar una carpa para ampliar la recepción agrega una flexibilidad apreciable para quienes desean organizar eventos al aire libre.
La convivialidad es una palabra clave en el Château de Jonquières, con un desayuno continental servido cada mañana para comenzar bien el día. Podrá degustar una selección de productos frescos, mientras disfruta de la vista desde la terraza o el jardín. Para aquellos que deseen descubrir más sobre la gastronomía local, los restaurantes y comercios de Narbona están a pocos minutos en coche. El centro de la ciudad, con sus Halles y su reconocido mercado, ofrece una amplia variedad de especialidades regionales, desde mariscos hasta vinos locales.
El Château de Jonquières también ofrece actividades culturales y gastronómicas. Se organizan catas de vino en la bodega de Narbona, permitiendo a los aficionados descubrir las riquezas vitícolas de la región. Los viñedos que rodean el castillo no son solo un elemento del paisaje, sino también una invitación a explorar los sabores únicos del sur de Francia.
A solo unos kilómetros del castillo, Narbona ofrece una gran riqueza histórica y cultural. La Abadía de Fontfroide, una joya cisterciense, merece especialmente una visita. Su imponente arquitectura y sus jardines notables son testimonio de la historia medieval de la región. Para los amantes de la naturaleza, la Reserva Africana de Sigean, a unos quince kilómetros, es una experiencia inolvidable para observar animales salvajes en un entorno semi-natural. Finalmente, las playas de Gruissan, situadas a unos 20 minutos en coche, son un destino imprescindible para quienes desean disfrutar de la costa mediterránea.
Narbona también es conocida por su patrimonio arquitectónico, con sitios como el Canal de la Robine y la catedral de Saint-Just-et-Saint-Pasteur. Los amantes de la historia podrán sumergirse en los vestigios romanos y medievales de la ciudad, visitando notablemente la Vía Domitia o el Palacio de los Arzobispos. Para una pausa gastronómica, los Grands Buffets de Narbona son una dirección imprescindible, ofreciendo una amplia variedad de platos regionales en un ambiente convivial.
Los amantes del arte y la cultura estarán encantados con los numerosos festivales que animan la región a lo largo del año, como el Festival Música en Monumentos, que mezcla conciertos y patrimonio en lugares históricos, o las noches de verano organizadas en los viñedos cercanos.
Ya sea que busque descanso, descubrimientos culturales o aventuras deportivas, el Château de Jonquières y la región de Narbona ofrecen una variedad de experiencias únicas.
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